Hace unos días me escribía una suscripta de mi Sistema para Adelgazar preguntándome cómo hacía para manejar sus propios «demonios» que le hacían muy difícil empezar el método para adelgazar definitivamente.
Porque, aunque te sorprenda, muchas veces PODEMOS EMPEZAR pero hay algo en nuestra mente que nos está bloqueando, que NO nos quiere dejar EMPEZAR. Que no quiere que nos liberemos de estos «viejos programas» que te hicieron engordar y sentirte con disgustos contigo, triste, frustrada, etc.
Y como ahora empieza el año, mucha gente hace un balance de lo que ya pasó. Y lo que no se logró. Y también se pone (o vuelve a poner, depende) las metas y objetivos para este año.
Y adelgazar está en el TOP 3 de las metas de un nuevo año, después de dejar de fumar y mejorar económicamente.
Por eso, si tú también tienes este año la meta de adelgazar DEFINITIVAMENTE, quiero darte ahora un ejercicio (que fue el mismo que le di a esta suscripta de mi método) para que lo hagas ahora mismo…
No te llevará más de 3 minutos, y puede significar el éxito de esa meta que te acabas de poner en tu vida! Y todo lo que ese éxito implica para ti!
Ese «bloqueo mental» del que hablas es MUY común. A varias personas que siguen mi método (yo misma incluida) vivimos esa lucha interna contra el «duende maligno» (que no es otra cosa que nuestros viejos programas defendiéndose en el cerebro). Este «demonio» (como tú misma lo llamas) no tiene más poder del que tú quieras darle. De hecho, a mí me sirvió este ejercicio, que también confío te servirá a ti:
Busca un lugar tranquilo e imagina la siguiente situación.
Estás a punto de emprender una travesía que será definitiva en tu vida por lo POSITIVO que será si eliges y actúas BIEN.
Al principio de esta travesía tan crucial, tienes dos opciones ante ti:
un camino que tiene un cartel que dice «DESTINO: lo mismo de siempre». Este camino termina en un lugar que ya conoces: donde NO quieres ir, al MAL, donde no te sientes bien contigo, ni conforme con tu cuerpo, ni saludable, con tristeza y frustración.
El otro camino tiene un cartel que dice: «DESTINO: donde SÍ QUIERES IR». Este camino tienes la certeza que te lleva a tu satisfacción, a tu superación personal, adonde te sentirás más plena/o y mejor que nunca en tu vida (mental y físicamente), a gusto con tu cuerpo.
Tú, obviamente, eliges ir por el camino que te llevará hacia este último destino, donde SÍ quieres ir. El «problema» es que durante todo el camino PODRÍAS volver atrás e ir hacia el camino que lleva al MAL.
Es decir: no eliges una sola vez (al principio de la travesía) sino que esa elección que haces y la confirmas varias veces, durante el ascenso.
Eso significa que, varias veces, el «duende maligno» (que es quien tiene la «tarea» de convencerte de ir hacia el MAL) tratará de llevarte hacia su camino negativo.
TE dirá cosas como:
que NO vale la pena el esfuerzo,
que no lo lograrás,
que no lo vales,
que no eres lo suficientemente capaz,
que careces de fuerza de voluntad.
Incluso se aprovechará de ti, en situaciones donde estés más cansada/o, estresada/o, dolida/o, frustrada/o, triste, insegura/o, negativa/o (y cualquier otro sentimiento negativo que quieras agregar).
Tú ya sabes que eso pasará de antemano. Y es cierto que sin las «armas y escudos» que te vamos dando durante los 10 días de mi curso, sería casi imposible resistir al «duende maligno» y sus tentaciones.
Pero tú sí podrás vencerlo, porque no sólo llevas esas «armas y escudos» que aprendiste durante mi curso de los 10 días.
También te enseñamos a identificar las tentaciones ocultas. Es decir, cuando «el duende maligno» te está tentando sin que lo sepas. Antes caías en esas trampas. Ahora ya no más!
Recuerda que NO necesitas nada más para «evitar» la seducción (que puede ser, por momentos, muy fuerte, por cierto) de este «duende maligno».
Lo que tú NO QUIERES NUNCA es hacerle caso. Por lo tanto, NO le hagas caso.
Déjalo que hable, hasta que se canse. Deja que dé todo su discurso, pero NO le prestes atención (y eso es lo que más le molesta).
Hasta que, eventualmente, dejará de molestarte.
En este momento, a nivel cerebral, habrás creado un nuevo «enlace» o «anclaje» positivo, venciendo una vez más al duende maligno.
Si tú vieras todo esto que acabo de describirte «desde arriba». Es decir, como si se tratara de un juego: qué es lo que crees que debes hacer?
Escuchar lo que dice el duende maligno y hacerle caso?
O, por el contrario, IGNORARLO, EVITAR CAER EN SUS TRAMPAS Y SEGUIR TU CAMINO hacia el lugar al que REALMENTE QUIERES LLEGAR, donde te sentirás feliz y plena?
Por eso es muy importante que te prepares para hacer esta travesía. Y esos son los 10 días (y los regalos extra) de mi curso: la preparación para tu éxito.
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