Hola, espero que estés muy bien!
¿Sabías cuál es uno de los «grandes secretos» (o cualidades adquiridas) de cualquier exitoso?
La perseverancia. Como en la fábula que nos contaban cuando éramos chicas/os de la liebre y la tortuga: no gana quien mejores talentos naturales tiene, sino quien persevera hasta obtener su meta. Y en la vida, creas lo que creas, sucede lo mismo. Estoy segura que habrás visto (o escuchado) a sujetos de los cuales se decía cuando eran pequeños «tiene un talento natural para la música» o «tiene una memoria prodigiosa«. Sin embargo, es muy común que estos «niños prodigio» no lo sean tanto cuando crecen, y se vuelven uno más del montón. ¿Por qué sucede esto? Porque «se duermen en los laureles» siguiendo la línea de la fábula de la tortuga perseverante y la liebre confiada.
–Muy lindo, muy lindo, Sofía– puedes estar diciendo –pero…¿qué tienen que ver historias y cuentos de la antigua Grecia con mi peso?
A lo que te respondo:
– Excelente pregunta, mi querida/o amiga/o! Mucho, como descubrí yo cuando quería adelgazar definitivamente, cuando «diseñé» este método para bajar de peso, y que ahora estás practicando con…PERSEVERANCIA!!!
La fábula de la liebre y la tortuga termina con la siguiente moraleja: «Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.»
Y ésta es una de las bases sobre la que descansa mi método y lo que permite que la pérdida de peso, y su posterior mantenimiento, sean indefinidamente constantes.
Cómo funciona?
Creando en ti hábitos saludables, de pensamientos positivos, de acciones coherentes con esos pensamientos.
Estás enseñándole a tu mente, y luego a tu cuerpo, a seguir tu razón en lugar de tus instintos.
Antes eras una persona que veía la comida y se abalanzaba hacia ella sin pensar, y sólo tragaba. Con mi sistema te conviertes el alguien diferente: haces una pausa, determinas qué es lo que quieres comer, si será bueno para ti, para tus objetivos, para tu salud mental, para tu bienestar interno, para tu cuerpo, para tu objetivo a mediano y largo plazo. Y, con total convicción, DECIDES si lo comes o no.
Algo que antes no sabías cómo hacerlo, hoy sí sabes cómo. Habrá días difíciles? Claro! Todos vivimos en el mundo, y vivir implica complejidades y dificultades. Sin embargo, tú y sólo tú deciden si esas dificultades serán «más difíciles» (valga la redundancia) porque comes sin control, sintiéndote que vuelves a la que «solías ser». O si esas dificultades serán una oportunidad más para que, con CONSTANCIA, PACIENCIA Y PERSEVERANCIA, subas un escalón más en el camino a tu figura ideal
Recuerda que el diario es un aliado único en este camino que estás siguiendo, y que en él puedes no sólo ir anotando las sensaciones actuales (por ejemplo, cuando hayas tenido una tentación, anotar en qué contexto se dio (si fue después de una discusión con tu pareja, por ejemplo)) sino también ir leyendo las sensaciones pasadas, y ver cómo hiciste para salir airosa/o del momento difícil, o porqué te dejaste vencer por la tentación para no repetir en el futuro. Somos seres que estamos en este mundo para aprender. Y los únicos que no aprenden son quienes no se animan a caminar, y los testarudos como la roca que no se animan a cambiar.
El primero será siempre un miedoso. El segundo, un infeliz. Tú, que estás leyendo esto, no estás dentro de ninguna de las dos categorías. Por eso, mi querida amiga (o amigo), ¡ADELANTE! Sólo tú tienes la capacidad, la decisión y la convicción para actuar cada día como la tortuga, a la cual no le importaba lo que decían los demás, a la que nunca le importó cuando iba en carrera bien atrás de la liebre.
Ella tenía en su mente el objetivo final, la meta. Y caminando con paciencia, sin prisa PERO SIN PAUSA, ganó la carrera. ¡Algo que tú también vas a obtener, no me cabe la menor duda!
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