Hola, espero que estés muy bien!
Venimos tratando, desde dos artículos anteriores, los problemas con los que suelen enfrentarse todos los que nos proponemos, en varios momentos de nuestra vida, realizar cambios radicales (término que no es casual que provenga de “raíz”) en nuestra existencia.
Muchas veces (la mayoría, quizás), tenemos en nuestra mente ideas encontradas: por un lado, una vocecita que nos dice
– “Anímate, es momento de cambiar, de empezar a sentirte bien contigo, a verte con el cuerpo que siempre quisiste, a ser atractiva, a ser agradable, a que los demás digan “cómo cambió esta chica, cuánto que adelgazó”, a sentirte más sana, a no sentirte mal por comer desordenadamente (o como una bestia, como decía Silvia en su testimonio), etc.
– La vida es una sola – te dice, por otro lado, otra vocecita – y tienes que disfrutarla. Y qué importa si eres gorda? Los demás son los que están equivocados, porque te quieren juzgar por lo externo. Si eres buena, que es lo importante, come todo lo que quieras, disfruta de todas las comidas, si eso es lo que realmente te hace feliz. Además, ya sabes que NO puedes bajar de peso, o, en el caso que puedas, volverás a subirlo. Incluso estarás nerviosa, de mal humor, sufrirás por lo que no comas, y le hablarás mal a tus hijos, a tu pareja, etc. Y todo por nada, porque al final, no bajarás casi nada y luego lo volverás a subir.
NOTA: no digo que todos tienen este mismo diálogo, sino que estoy transcribiendo el diálogo que yo tenía, que escribí en mi diario.
¿Te ha sucedido que tienes, en varios momentos, sobre todo en los más difíciles, este tipo de voz (la segunda, la que te quiere convencer que abortes todos tus esfuerzos, que son un “sin sentido”)? Esta voz interna negativa, que todos tenemos adentro, la llamo “el duende maligno”, que no es otra cosa que el eco que dejan en nosotros los traumas que traemos desde nuestra infancia. Una imagen dice más que mil palabras…mira estos cortos a continuación y luego sigue leyendo:
Puede que haya sido un padre o madre que en algún momento nos dijo “eres una gorda que come como animal” o alguna persona que tuviera autoridad sobre nosotros (un amigo especial, una maestra, una persona por la que sentíamos atracción, o incluso un libro o revista) que te ha ido programando para que creas que ERES gorda o gordo “de alma”, como suelen decir, y que no hay chance de cambio.
Y ahora, todas las voces de esos que, a propósito o sin querer, han ido programando tu mente para el fracaso, se comunican contigo a través del “duende maligno”, que se aprovecha, sobre todo, de los momentos de debilidad (en mi caso, por ejemplo, es en las discusiones con mi pareja, pero puede ser ante una muerte, una enfermedad, un problema laboral, etc) para tratar de volver a tomar el control de tu mente y de tu vida, y que vuelvas al camino del cuál deseas salir para siempre. En este caso, a engordar y todo lo que eso genera en ti.
Prestar atención a este diálogo, y volcarlo en tu diario, te servirá muchísimo, ya que, de la misma forma que en el ejemplo del artículo anterior de la travesía por el desierto, donde tenemos que llevar agua porque sabemos que el motor va a calentar, tienes que tener a mano, desde el principio de tu camino al éxito para adelgazar definitivamente, los antídotos a tu duende maligno, para que se calle y no te moleste ni te debilite.
Algo tan simple como anotar en tu diario, y leer, cada tanto, los argumentos que te hicieron “flaquear” en el pasado, y lo que sabes que te dirás a ti cuando quieras volver a los viejos vicios de comida desordenada, es el mejor antídoto para erradicar al duende maligno de tu vida. No dejará de aparecer (sobre todo, como te dije antes, en los momentos de mayor debilidad emocional) pero sí sabrás, como quien tira agua al motor para que no caliente, cerrarle la boca y también tus oídos para no escucharle ni hacerle caso. Sabes lo que quieres lograr, y estás camino a conseguirlo. No dejes que las personas que te hicieron daño en el pasado tengan algún poder sobre ti en el presente.
Mañana te contaré cómo tener en tu travesía el matafuegos y la rueda de auxilio, en caso que los problemas que pueden presentarse en tu camino a adelgazar definitivamente, efectivamente lo hagan.
Espero tus comentarios!
Tómate tu tiempo, porque descubrir todo esto que vimos hoy puede ser muy duro emocionalmente hablando.
Gracias por estar ahí y por animarte a ser honesta/o contigo, por tu valentía!
Cariños!!
Sofía