Ayer recibí el email de una de las suscriptas a mi método de 10 días para adelgazar definitivamente. Ella se llama Silvia (hay muchas «Silvias» suscriptas, así que no estoy «deschabando» a nadie) y me contaba, con evidente angustia, que se sentía totalmente frustrada con su «plan para adelgazar» como ella lo llamó.
«Al principio estaba super entusiasmada, y pude bajar varias libras, pero después, es como que me sentí abandonada (…) Me servía muchísimo recibir tus mensajes todo el tiempo, porque era como que me ayudaba a estar motivada (…) pero después el entusiasmo como que se fue desvaneciendo y empecé de nuevo a comer como una bestia, y engordé un montón (…) y me siento todo el tiempo mal conmigo porque fracasé otra vez y no sé cómo voy a hacer para empezar de nuevo, porque no puedo (…)»
Comparto contigo el testimonio de Silvia porque también voy a usar este email como catarsis y confesión: a mí también me sucedió lo mismo.
Y por eso, y como agradecimiento por ser parte del grupo de personas que, junto a Silvia, se animaron a cambiar, a desafiarse, a obtener la meta de bajar de peso definitivamente, a partir de hoy voy a enviarte una serie de técnicas para que, en el caso que te «hayas salido del camino» que te permite seguir por «la buena senda», vuelvas a retomarlo. O, si sientes que las «tentaciones» están más fuertes que nunca, no las dejes doblegarte. O, aún cuando vas con paso firme al éxito, temes que, en algún momento de debilidad tus fuerzas puedan flaquear.
Todos, absolutamente TODOS los mortales necesitamos ayuda constantemente. Tú me ayudas a mí, y yo te ayudaré a ti a que salgas adelante, cualquiera sea el pozo en el que ahora estés metida/o.
Te propongo ahora que me cuentes aquí abajo en los comentarios, cómo fue tu plan según tus expectativas, lo que, si recuerdas, has anotado en el diario que te propuse que lleves, y, lo que sea que te haya «despertado» el testimonio de Silvia y te gustaría compartir con todas/os.